En estos tiempos en los que todavía nos cuesta hacer grandes afirmaciones, constatamos una certeza, la desigualdad es un acelerador de las peores consecuencias de esta crisis en las personas y comunidades más vulneradas.
El pasado mes de mayo, en la virtualidad obligada por el confinamiento, tuvimos el encuentro de las Redes Ignacianas Globales de Incidencia, GIAN por sus siglas en inglés. En la agenda repleta de la reunión, tuvimos un tiempo privilegiado para compartir sobre el impacto de la Pandemia en las realidades que acompañamos.
Desde el ámbito de la Educación, del Medio Ambiente, de la Justicia y Minería y de la MIgración Forzada, se compartieron análisis sobre cómo el virus estaba afectando a nuestra realidad.
Nuestra compañera Valeria Méndez de Vigo, responsable de redes internacionales, incidencia y comunicación en el Secretariado de Justicia Social y Ecología de la Compañía de Jesús, ha integrado las principales ideas y conclusiones de ese espacio en el blog de Cristianismo y Justicia.
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Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
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