Nos sumamos al llamado del SJM Haití y a su preocupación y condena por "los abusos, la violencia y las injusticias sufridas por los nacionales haitianos durante las deportaciones masivas desde República Dominicana".
En lo que llevamos del mes de octubre son más de 6,500 las personas deportadas, incluídos dominicanos/as (de ascendencia haitiana o personas dominicanas negras). Nuestros colegas en el terreno identifican la deshumanización que caracteriza estos procesos, incluyendo maltratos, hacinamiento y tratos vejatorios antes de su expulsión a Haití. Estas prácticas tienen un motor de comportamiento racista y xenófobo.
Detrás de estas deportaciones, además del incumplimiento de la legalidad internacional, y de los acuerdos bilaterales entre ambos países, son una flagrante violación de los derechos humanos fundamentales y un atentado a la dignidad y respeto que merece cualquier ser humano.
Es necesaria una acción radical e integral de hospitalidad y acogida, y una acción articulada de la sociedad civil, la iglesia y todos los actores sociales, que empuje a los gobiernos implicados a la restitución de sus derechos.
Con nuestros amigos/as del SJM Haití, llamamos a que "trabajemos juntos para construir una frontera y dos pueblos más fraternales, donde los derechos humanos y la dignidad de todos sean respetados."
(Foto tomada de El Economista)
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