Con motivo del día mundial de las personas refugiadas, desde la Red Jesuita con Migrantes LAC hacemos un llamado a los Estados en las Américas, en torno a la situación de las personas con necesidad de protección internacional. Con este motivo estamos difundiendo un comunicado que recoge estas llamadas de atención y que te pedimos nos ayudes a difundir lo máximo posible.
Debemos construir un futuro con las personas refugiadas. Y en esto los Estados tienen varios roles claves que cumplir, pero el primero es respetar las obligaciones internacionales.
El mundo sigue sangrando por la herida abierta de los vacíos de protección. Desde hace una década, a nivel mundial, hay un aumento acelerado y sostenido de personas que han tenido que dejar su hogar, su comunidad y emprender la huida. El año 2022 parece que, lejos de ser una excepción, será el año de un salto cualitativo, sólo en el primer semestre del año el aumento sería ya superior a todo el 2021. Estamos superando los 100 millones de personas en situación de desplazamiento forzoso.
No basta responder en las rutas migratorias, urge enfrentar las violencias que generan. En el mundo y en nuestro continente, la complejidad de las causas que generan los éxodos es creciente, somos cada vez más conscientes de cómo también. la violencia contra la casa común, basada en modelos de desarrollo y de consumo inhumanos, aceleran los procesos de deterioro climático, sequías y otros desastres naturales, y generan la huída en comunidades de todo el continente. La mejor respuesta a la realidad del refugio se da en la construcción de verdaderas democracias participativas, en la lucha contra la corrupción, la impunidad, la connivencia de actores públicos con actores criminales, enfrentando las violencias contra grupos especialmente vulnerables, niñez y juventud, mujeres, pueblos indígenas, población LGTBIQy+, etc. No podremos enfrentar el futuro sin combatir las Causas/Violencias de la Migración Forzada.
La protección internacional víctima de una crisis intencionada. Para seguir caminando con las personas obligadas a huir, hay que entender qué vacíos de protección enfrentan, que violaciones de derechos sufren. Denunciamos un debilitamiento deliberado de los Estados sobre la figura de la Protección Internacional, que se muestra , entre otros, en estos comportamientos:
Así con el incumplimiento de la Declaración de Cartagena al momento de reconocer los causales que ameritan protección.
Por las medidas de externalización y militarización de las fronteras
Se atenta contra el debido proceso en los trámites de solicitudes de refugio, que además se dificultan con trabas económicas y administrativas.
Se limitan otras vías de regularización migratoria que coadyuvan al colapso de los sistemas de asilo
Declaraciones alejadas de las prácticas políticas: Observamos como además de un discurso engañoso sobre el colapso del sistema de asilo, se anuncian sistemas complementarios de protección que no encuentran desarrollos claros.
Urge una transformación de las prácticas políticas, por eso en este día mundial de la persona refugiada exigimos a los Estados que:
Presten una atención y actuación real frente a la complejidad de causas/violencias que generan los desplazamientos forzosos
Aseguren el acceso a derechos de las personas migrantes forzadas, y particularmente de aquellas con necesidad de protección internacional.
Que implementen y fortalezcan los estándares de la CIDH enfocados a la defensa y promoción de los Derechos Humanos.
Garantizar el acceso a la justicia frente a las violencias sufridas en origen, tránsito y destino.
Enfrentar y rechazar los discursos criminalizadores y racistas, y promover una verdadera Cultura de la Hospitalidad.
El gran llamado en este año 2022, inspiradas en el mensaje del Papa Francisco, es el de facilitar la participación e inclusión de las personas solicitantes y refugiadas en las decisiones que les afectan. Nada sobre personas refugiadas, sin las personas refugiadas. Nadie debe ser excluida/o por habitar las periferias de nuestro mundo. Y es así, en las cunetas, en los centros de detención, en los nuevos campos de refugiados, en los sistemas de asilo improbables, en las fronteras, en la irregularidad y la informalidad, etc., donde habitan tantos cientos miles de personas con necesidad de protección en Las Américas, donde habitan migrantes, desplazados y refugiados.
Recuerda que el próximo día 23 de junio te estamos invitando a celebrar la vida de las personas refugiadas y de aquellas que las acompañan en un evento muy especial. Más información aquí.
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